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Calvas en gatos: causas y tratamientos

1 mayo 2025

Observar calvas en gatos, ya sea por la pérdida de pelo o por áreas donde este se ha aclarado, puede ser preocupante para cualquier dueño. Si bien es cierto que la caída del pelo en gatos puede ocurrir de forma natural en ciertas épocas del año, la presencia de calvas puede ser un signo de alerta que no debemos ignorar. En este artículo, explicaremos las causas más comunes de las calvas en gatos, desde el estrés hasta las alergias, y te guiaremos sobre los tratamientos más adecuados para cada situación.

¿Por qué se le cae el pelo a mi gato? Causas comunes

La caída del pelo en gatos, especialmente si deriva en la aparición de calvas, puede deberse a una variedad de factores. Algunos son benignos y fáciles de tratar, mientras que otros pueden indicar un problema de salud subyacente que requiere atención veterinaria. Identificar la causa raíz es esencial para determinar el mejor curso de acción.

Es importante destacar que la pérdida de pelo en sí misma no es una enfermedad, sino un síntoma de que algo puede estar afectando la salud de tu gato. Por eso, ante la mínima sospecha, te recomendamos acudir a un veterinario para que realice un diagnóstico preciso y determine el mejor tratamiento para tu mascota.

Calvas en gatos por estrés

El estrés es un factor común que puede llevar a la caída del pelo en los gatos, manifestándose en forma de calvas en gatos por estrés. Los gatos son criaturas de hábitos y cualquier cambio en su entorno, como una mudanza, la llegada de una nueva mascota o incluso cambios en la rutina diaria, puede generarles un alto nivel de estrés.

Para aliviar el estrés en tu gato, es fundamental proporcionarle un ambiente tranquilo y seguro. Asegúrate de que tenga un espacio propio donde pueda retirarse cuando se sienta abrumado. Los juguetes interactivos y las sesiones de juego también pueden ayudar a reducir el estrés y promover la sensación de bienestar en tu felino.

Además de lo anterior, es importante observar el lenguaje corporal de tu gato para identificar posibles señales de estrés como lamido excesivo, cambios en el apetito o comportamiento más agresivo de lo habitual. Identificar y abordar la causa del estrés es fundamental para solucionar el problema de la caída del pelo.

Infecciones fúngicas: calvas en gatos por la tiña

La tiña, una infección fúngica altamente contagiosa, es otra causa común de calvas en gatos. Esta infección se caracteriza por la aparición de parches redondos y sin pelo, generalmente en la cabeza, las orejas y las patas. La piel afectada puede estar enrojecida, escamosa o con costras.

Si sospechas que tu gato puede tener tiña, es crucial acudir al veterinario lo antes posible. El tratamiento suele incluir medicamentos antimicóticos orales o tópicos. Para prevenir la propagación de la tiña, es fundamental mantener una buena higiene, lavar con frecuencia la ropa de cama del gato y desinfectar las áreas donde pasa tiempo.

La tiña no solo afecta a los gatos, sino que también puede transmitirse a humanos. Por eso, es importante tomar precauciones adicionales, como lavarse bien las manos después de tocar al gato y evitar el contacto directo con las zonas afectadas.

Alergias y reacciones dermatológicas por las que a tu gato se le cae el pelo

Al igual que los humanos, los gatos también pueden sufrir de alergias. Las alergias a ciertos alimentos, como el pollo o el pescado, son comunes y pueden manifestarse a través de problemas dermatológicos, como picores intensos, enrojecimiento e incluso la aparición de calvas en gatos.

Identificar y eliminar el alérgeno de la dieta o del entorno del gato es crucial para controlar las alergias. Tu veterinario puede realizar pruebas para determinar qué alérgenos están afectando a tu gato y recomendarte la mejor dieta hipoalergénica o tratamiento.

Algunas de las alergias más comunes en gatos son las alergias a las pulgas, al polvo o al polen. Además de la alimentación, te recomendamos prestar atención a los productos de limpieza que utilizas en casa, ya que algunos pueden causar reacciones alérgicas en gatos sensibles.

Otras causas 

Además de las causas mencionadas anteriormente, existen otros factores que pueden contribuir a la aparición de calvas en gatos. Estos incluyen:

  • Parásitos externos: como pulgas y garrapatas, cuyas picaduras pueden causar irritación intensa, llevando al gato a rascarse y lamerse excesivamente, lo que puede provocar la pérdida de pelo y la formación de calvas.
  • Desequilibrios hormonales: como el hipertiroidismo, que pueden afectar el ciclo de crecimiento del pelo y provocar la caída del mismo.
  • Enfermedades autoinmunes: donde el sistema inmunológico del gato ataca por error a los folículos pilosos, provocando la pérdida de pelo.

Es importante recordar que estas son solo algunas de las posibles causas y que solo un veterinario puede determinar la causa exacta de las calvas en tu gato. Un diagnóstico precoz es fundamental para un tratamiento exitoso.

En Sanicat, entendemos la preocupación que puede generar la aparición de calvas en tu gato. Por eso, te recomendamos que ante cualquier cambio en el pelaje de tu mascota, consultes con un veterinario para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

Recuerda que la prevención es fundamental. Mantén a tu gato libre de parásitos, proporcionale una dieta equilibrada y un entorno libre de estrés para promover una piel y un pelaje saludables. Tambien es muy importante mantener una higiene adecuada en su arenero. Para ello te aconsejamos nuestra gama de arenas aglomerantes, diseñadas para ofrecer una higiene óptima y un entorno limpio para tu felino, contribuyendo a su bienestar general.

Tratamientos

El tratamiento para las calvas en gatos dependerá en gran medida de la causa subyacente. Una vez que tu veterinario haya diagnosticado la causa de la pérdida de pelo, te recomendará el tratamiento más adecuado.

Algunos tratamientos comunes incluyen:

  • Medicamentos antimicóticos para tratar infecciones fúngicas como la tiña.
  • Champús y lociones medicadas para aliviar la picazón, reducir la inflamación y promover el crecimiento del pelo.
  • Cambios en la dieta, como la introducción de una dieta hipoalergénica, para controlar las alergias alimentarias.
  • Suplementos nutricionales para mejorar la salud del pelo y la piel.

Además de los tratamientos mencionados, es fundamental seguir las indicaciones del veterinario y ser constante con la administración de medicamentos o la aplicación de productos tópicos. La paciencia es clave, ya que la recuperación del pelaje puede llevar tiempo.